lunes, mayo 26, 2008

Fragmento de Antes y después de la imagen de Serge Daney

"... El problema de la imagen de los palestinos se debe a la dispersión de los palestinos reales. No puedo hacer coexistir en mi cabeza americanos en extremo brillanates como Edward Said, los chuiquillos de la Intifada, los hombre de negocios que son el motor de la economía de Kuwait, los combatientes de Libia, los refugiados de Jordania o mi viejo camarada Soufian Ramahi. Y si no lo puedo hacer es porque entre la palabra y la cosa, es la palabra - la de los palestinos - la que ganó. Es una palabra que ha logrado, como significante puro, ser a la vez coartada y refugio que le sirve a todo el mundo. Y sabemos hasta que punto es más fácil morir por una palabra que trabajar la imagen de una cosa. Entonces, no hay imagen compleja de la realidad palestina y temo que eso le haga el juego a todo el mundo. La imagen de Arafat es una imagen vacía. Es un cliché en el sentido de un cliché es una imagen que ya no puede evolucionar. Este cliché es sin duda útil para la supervivencia de loa palabra "causa", pero su funcionamiento no supera ya el de un sello publicitario ...".





Declaraciones recogidas por Samir Kassir y Elias Sanbar. Artículo aprecido en Reveu d´études Plestiniennes, nº 40, verano de 1991.





Extráido del libre Serge Daney, Cine, arte del presente. Pág 275-276.

martes, mayo 20, 2008

Fragmento de Daney sobre Fanny y Alexander de Bergman

"... El padre, entonces, husmeaba un vaho de petróleo en la habitación de los niños. Gato encerrado: han ofrecido a Alexander una linterna mágica (ya el cine, sí). Respuesta del padre: toma una silla y dice a los niños asombrados: "Esta es la silla más linda del mundo". Es una silla bastante fea, pero los chicos le creen. Luego el padre adopta un aire malvado, cambia de papel, mira la silla y dice: " ¿Qué esta cosa horrible? ¡La destruiré!" ¡No! ¡No la toques!", grita Fanny que, sin darse cuenta, acaba de entender cómo funciona el teatro. Conmovido más allá de las palabras, el padre la abraza. Ya puede morir ha vencido..."

26 de septiembre de 1983.
Serge daney, Cine arte del presente pág. 193

Un fragmento de Daney sobre el film Un perro blanco de Sam Fuller

"... Hay que enseñarle a no porceder más por generalizaciones, y el único medio de lograrlo es enseñarle el caracter singular de cada ser humano. Uno por uno. Y en lo que toca captar la singularidad de los seres, el individualista foribundo Fuller no tiene igual. El perro aprendió a querer a Julie, que lo salvó, luego a Keys, que lo doméstico. El perro quiere a dos seres en el mundo = el mundo humano se reduce a dos seres. Quedan los otros, el grupo todavía más grande -blancos y negros-de los que no sabe nada, y tampoco conoce. El perro no logrará acceder al concepto de especie humana . Pasó de una mala generalización (el racismo) a la incapacidad de generalizar. Su violencia ya no es automática y fría, se transformo en violencia amorosa, la violencia del que sólo conoce aquellos que lo quieren. ¿Quién no ha pensado alguna vez que el amor era también violencia? Nadie. No Fuller, en todo caso. Es por eso que el film perturba. Es por ello que hay que matar al perro. En Fuller conviven un optimismo huraño (cree en la buena educación y en la ciencia) y una certeza modesta: la violencia amorosa es ya superior a la violencia racista. El amor es un progreso sobre el odio propio. Pero también mata.
9 de julio de 1982
Serge Daney, Cine arte del presente pág. 146- 147