domingo, octubre 28, 2007

El texto realista clásico de Robert Stam

El placer del juguete se convuerte en el placer de destruir el juguete: un placer no menos infantil, a la postre. ¿Por qué deberían el espectador o el teórico abandonar el placer, en vez de buscar una nueva clase de placer? Sin dejar de asumir los placeres de la narrativa convencional, el cine también puede incitar al espectador a interrogarse acerca de dichos placeres y a convertir esa misma interrogación en un placer. Las películas pueden jugar con las ficciones en vez de desprenderse totalmente de ellas; contar historias, pero también cuestionarlas; expresar el juego del deseo y el principio de placer y también los obstáculos para su realización. En la ficción literaria, en Don Quijote sin ir más lejos, es posible amar la ficción y la narratividad y al mismo tiempo intorrogar a ese amor. El enemigo nunca ha sido la ficción per se, sino las ilusiones generadas por la sociedad; no las historias, sino los sueños alienados.
Extraído del libro "Las teorías del cine" de Robert Stam. Pág. 180.